viernes, 23 de octubre de 2020

CONTAMINACION ACUSTICA

 

La contaminación atmosférica no es la única que tiene efectos perjudiciales para los seres vivos del planeta. La contaminación acústica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es uno de los factores ambientales que provoca más problemas de salud. Solo en Europa, según la Agencia Europa del Medio Ambiente (AEMA), causa al año 16.600 muertes prematuras y más de 72.000 hospitalizaciones.

Un conductor apretando el claxon de su coche, un grupo de obreros taladrando el suelo, un avión sobrevolando el cielo... Ruido, ruido y más ruido. Las ciudades se han convertido en el epicentro de un tipo de contaminación, la acústica, que, pese a su invisibilidad y a que la crisis del coronavirus la ha reducido hasta el punto de casi añorarla, es terriblemente perjudicial para los humanos. En ese sentido, un dato que da buena muestra de ello: solo en Europa, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), el ruido causa 72.000 hospitalizaciones y 16.600 muertes prematuras.

Si es perjudicial para los humanos, también lo es para los animales. Según el servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS), la contaminación acústica tiene un gran impacto ambiental y notables efectos adversos en la vida salvaje. De hecho, según los expertos, el ruido puede perturbar los patrones de reproducción, de amamantamiento e, incluso, contribuir a la extinción de algunas especies.

CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

No todo sonido es considerado contaminación sonora. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 db. En consecuencia, este estamento recomienda no superar los 65 dB durante el día e indica que para que el sueño sea reparador el ruido ambiente nocturno no debe exceder los 30 dB.



CAUSAS 

La contaminación acústica puede proceder de múltiples fuentes, pero a continuación repasamos las principales:

  Tráfico automovilístico

El principal foco de ruido en las ciudades es el generado por los automóviles. Por ejemplo, el claxon de un coche produce 90 db y el de un autobús 100 dB.

  

Tráfico aéreo

El número de aviones que sobrevuelan una ciudad es inferior al de coches, pero su impacto es mayor: uno de estos aparatos produce 130 db.


  Obras de construcción


La construcción de un nuevo edificio, un nuevo parking o el reasfaltado de una acera provoca ruido. Por ejemplo, un martillo neumático suena a 110 dB.



  Restauración y ocio nocturno


Los bares, los restaurantes y las terrazas que se montan en el exterior cuando llega el buen tiempo pueden llegar a superar los 110 dB. En este apartado también entraría el ruido de pubs y discotecas.


  Animales


El ruido que generan los animales puede pasar desapercibido, pero los ladridos y aullidos de un perro, por ejemplo, pueden rondar los 60-80 db.



 CONSECUENCIAS 

El ruido excesivo y constante, más allá de los lógicos efectos negativos sobre la audición —tinnitus o sordera—, puede provocar otros problemas en la salud humana, especialmente entre los más jóvenes y los más mayores. A continuación, repasamos los principales:

  Psicopatológicos

Agitación respiratoria, aceleración del pulso, aumento de la presión arterial, dolor de cabeza y, ante sonidos extremos y constantes, gastritis, colitis o incluso infartos.

  Psicológicos

El ruido puede provocar episodios de estrés, fatiga, depresión, ansiedad o histeria tanto en seres humanos como en animales.

  Sueño y conducta

Un ruido por encima de los 45 dB impide conciliar el sueño o dormir correctamente —recordemos que lo ideal según la OMS es no exceder los 30 dB—. Esto puede influir, a posteriori, en nuestra conducta provocando episodios de agresividad o irritabilidad.

  Memoria y atención

El ruido puede afectar a nuestra capacidad de concentración, lo que al tiempo puede provocar bajo rendimiento. También a la memoria, por ejemplo a la hora de estudiar.

Como dato curioso: el oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar dos horas de exposición a 100 dB.


SOLUCIONES PARA REDUCIR LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

Organismos internacionales como la OMS coinciden en señalar que la concienciación de la ciudadanía es fundamental para vencer a este enemigo invisible. Por ejemplo: realizar actividades de ocio sin generar ruido excesivo, evitar el uso del coche y optar por alternativas como la bicicleta o el coche eléctrico, realizar obras domésticas en los horarios recomendados, aislar los hogares con materiales absorbentes de ruido, etc. Para ello, también se vuelve fundamental promover la educación ambiental entre los más pequeños.

Las administraciones también pueden tomar medidas para una adecuada gestión ambiental del ruido que contribuya a reducir la contaminación auditiva. Por ejemplo: proteger determinadas zonas —áreas de campo, espacios de interés natural, parques urbanos, etc.— del ruido, establecer normativas que contemplen medidas preventivas y correctivas —distancia obligatoria entre zonas residenciales y focos de ruido como los aeropuertos, multas para aquellos que superen los límites de ruido, etc.—, aislar acústicamente los edificios de nueva construcción, crear zonas peatonales con horarios de circulación restringidos para la carga y descarga de mercancías, sustituir el asfalto habitual por otros más eficaces que reducen hasta 3 dB el ruido de la calle, entre otras.

 

 

 

CONTAMINACION QUIMICA


Se entiende por contaminación química, o también riesgo químico, a la capacidad de ciertos elementos y sustancias generalmente de uso industrial, para introducirse en otros compuestos, tejidos orgánicos e incluso ecosistemas, ocasionando cambios imprevisibles y a menudo tóxicos o letales, como consecuencia de reacciones químicas descontroladas.

Origen de la contaminación química

La presencia de elementos químicos o sustancias químicas de manera descontrolada en los ecosistemas terrestres se ha dado a lo largo de su historia geológica en múltiples ocasiones, especialmente como consecuencia de largos períodos de actividad volcánica o, inclusive, de la aparición y florecimiento de la vida vegetal fotosintética, que de manera paulatina llenó la atmósfera terrestre de oxígeno gaseoso.

Sin embargo, en su brevísima historia sobre el planeta, el ser humano ha alterado el balance de los ecosistemas de manera mucho más rápida y radical, debido a la puesta en marcha de las industrias, especialmente luego de la Revolución Industrial del siglo XVIII.

Causas 

En su mayoría, las causas de la contaminación química son de fuente humana. Existen también materiales químicos arrojados desde el subsuelo por los volcanes y géiseres, pero estos eventos son más infrecuentes y a menudo le dan a la naturaleza el tiempo necesario para recuperarse del daño ecológico.

En cambio, la cantidad de sustancias que vertimos los seres humanos al aire, agua y tierra día tras día son más abundantes, difíciles de eliminar y por lo tanto nocivas a mediano y largo plazo. El vertido indiscriminado de aguas residuales o de gases y sustancias a los ríos, al aire o a los mares proviene no solo de las grandes fábricas, sino del escape de los automóviles, de productos comerciales desechados y de plantas de energía.

Consecuencias 

La contaminación química puede ocasionar
 fenómenos como la lluvia ácida.
La contaminación química tiene graves consecuencias en el balance molecular de los ecosistemas y de la vida misma, tales como:





  • Elevados niveles de toxicidad. Lo cual acarrea muertes masivas de especies animales o vegetales o microscópicas, destruyendo el balance trófico (alimenticio) de un ecosistema determinado, y disminuyendo su biodiversidad.
  • Enfermedades crónicas. Tales como el cáncer, las insuficiencias respiratorias, los daños a la piel, etc., tanto en el ser humano como en los animales y plantas.
  • Reacciones químicas impredecibles. Al introducirse en los ciclos meteorológicos y climáticos, estas sustancias pueden producir reacciones inesperadas que dan origen a fenómenos como la lluvia acida, por ejemplo, en la que en lugar de llover agua, llueve un ácido muy leve que causa daños materiales.
  • Acumulación bioquímica. Determinados contaminantes pueden almacenarse en el cuerpo de los seres vivos, viajando así de un lugar a otro a medida que un animal devora a otro, y llegando eventualmente a nuestra propia comida, para introducirse en nuestros cuerpos y ocasionarnos enfermedades.

Principales contaminantes químicos

Los principales contaminantes químicos de la actualidad son:

  • Metales pesados: Elementos metálicos empleados en la fabricación de herramientas, tuberías y otros usos industriales, capaces de desprender con el tiempo partículas que terminan suspendidas en el aire, en el agua o como parte de la comida, y que a la larga pueden causar envenenamiento o incidencias de cáncer.
  • Pesticidas químicos: Sustancias empleadas en la industria agrícola y que cumplen la función de proteger los cultivos de insectos, bacterias o incluso de hierbas que puedan arruinarlos, pero que además tienen una presencia residual en las aguas subterráneas y en los propios alimentos, haciéndolos ligeramente tóxicos para el consumo.
  • Residuos de medicamentos: El desecho de medicamentos vencidos o innecesarios debe darse a través de mecanismos adecuados, o de lo contrario sus componentes activos irán a parar al medio ambiente, convirtiéndose así en contaminantes bioquímicos.
  • Desechos comerciales: El contenido químico de baterías (pilas), productos en aerosol, desinfectantes y otros productos de uso cotidiano en nuestros hogares van casi siempre a dar al medio ambiente y, en grandes proporciones, se convierten en fuente de sustancias químicas nocivas.

¿Cómo prevenir la contaminación química?

La contaminación química exige medidas firmes de parte de las sociedades para reducir la cantidad de materiales nocivos que se vierten al medio ambiente de manera cotidiana. Esto puede significar:

  • Controles gubernamentales estrictos para las industrias químicas, petroquímicas y siderúrgicas respecto al manejo de aguas residuales, vapores y desechos.
  • Castigos ejemplarizantes para quienes acarreen daños ambientales mediante el pobre o irresponsable manejo de sustancias químicas.
  • Prohibición de comercialización de productos con elementos químicos nocivos, fomento al consumo de alternativas eco-saludables y estrategias de reciclaje para que dichos productos no acaben en el medio ambiente.
  • Prohibición o control de los agro tóxicos e impulso de estudios independientes, objetivos y autofinanciados que evalúen cada producto antes de su uso masivo.
  • Sistemas de reciclaje de materiales peligrosos: pilas, medicamentos, envases vacíos de aerosol, etc.
  • Campañas de concientización para que la población entienda los riesgos de la contaminación química.

 

CONTAMINACION ACUSTICA

  La contaminación atmosférica no es la única que tiene efectos perjudiciales para los seres vivos del planeta. La contaminación acústica, s...